Amalarico (c. 500-531) fue un rey de los visigodos (511-531), hijo de Alarico II y Teodegonda, hija ilegítima de Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos.
Era un niño cuando su padre murió en batalla contra Clodoveo I el Grande, rey de los francos (507). Por su seguridad fue llevado a Hispania, que —junto con la Provenza— eran por aquel entonces gobernadas por su abuelo materno, Teodorico el Grande, rey de los Ostrogodos.
El joven Amalarico fue proclamado rey en 522. Cuatro años después, a la muerte de Teodorico, fue coronado rey de los visigodos, cediendo la Provenza a su primo Atalarico. Se casó con Clotilde, hija de Clodoveo I, pero los maltratos que le daba —con la excusa de ser él arriano y ella católica— condujeron a una invasión de los francos (531), en cuyo transcurso murió asesinado.
Amalarico gobernó al principio bajo la regencia de su abuelo Teodorico, rey de los ostrogodos. Se sabe que éste exigía a los visigodos el pago de un tributo en grano que servía para abastecer a Roma. A cambio entregaba al reino visigodo un donativo anual. Aunque los impuestos recaudados eran importantes, Teodorico exigió que aumentaran hasta alcanzar los niveles de Eurico y Alarico II (que gobernaban sobre un territorio mayor). Los recaudadores ordinarios (exactores) y los recaudadores de impuestos atrasados (compulsores) actuaron en varios casos injustamente, y se hizo habitual el uso de pesos falseados para medir los granos entregados. Las rentas de los dominios reales aumentaron en exceso y los derechos aduaneros alcanzaron un nivel exagerado. En la misma época se sabe que los homicidios eran bastante corrientes y que la situación general era poco estable.
Parece ser que Teodorico estableció un nuevo tipo de tremisses (moneda), fabricado ya en cecas peninsulares, que no habían existido en tiempos del Imperio, a imitación de los cuales fabricaron sus monedas los borgoñones y francos, y que eran más fáciles de distinguir de las monedas bizantinas y cuyo peso y aleación eran buenos.
Hacia fines de su reinado Teodorico nombró comandante militar al ostrogodo Teudis, quien casó con una dama hispanorromana de gran riqueza (podía mantener un ejército privado de unos dos mil hombres), gracias a lo cual gobernó el país a su antojo, si bien no descuidó enviar a Italia el tributo anual.
Amalarico firmó un tratado con Atalarico, su primo, nieto y sucesor de Teodorico en Italia, en virtud del cual se fijaron los límites de ambos reinos y se anuló el tributo visigodo a los ostrogodos; la Provenza pasó a formar parte del reino ostrogodo y se retiraron las guarniciones de éstos en la Península, quedando ambos reinos separados. El tesoro real visigodo le fue reintegrado. En virtud de los acuerdos con los ostrogodos, se fijaron definitivamente los límites de la provincia Narbonense (Gallia Narbonensis), llamada también Septimania o Gallia. Amalarico fijó su residencia y corte en Narbona.
En el año 526, Amalarico se casa con su pariente lejana Clotilde, hija de Clodoveo I, descendiente de los burgundios.
Nada más casarse comenzó a maltratarla y vejarla, obligándola a bautizarse como arriana, aunque ella iba en secreto a la iglesia católica. Los merovingios atacaron el reino con la excusa de defender a su hermana, por lo que, en un ataque de rabia, Amalarico la golpeó hasta casi matarla. Los francos tomaron Narbona en el 531, provocando su huida a Barcino (Barcelona) donde murió asesinado, según Isidoro de Sevilla, por sus propios hombres.2​ Le sucedió Teudis. Con la muerte de Amalarico finalizó la dinastía de los Baltos, a partir de este momento se iniciaría el intermedio ostrogodo.