cerrar



Muregato

Sin imagen...

Rey de Oviedo (783-788). Era hijo bastardo de Alfonso I, producto de su unión con una mora llamada Sisalda. Impidió que Adosinda reconociera a su sobrino Alfonso como rey, habiendo sido elegido por ella. Convencidos de que Alfonso tomaría venganza, y alegando el bastardo que tenía más parentesco, los magnates apoyaron a Mauregato. Se apoyó en el emir de Córdoba contra los cristianos, asegurándole cien doncellas, cincuenta hidalgas y cincuenta villanas al año, o al menos eso es lo que afirma la leyenda del tributo de las cien doncellas. La primera vez que se atribuyó este suceso a Mauregato es en las crónicas de Alfonso X, el Sabio. Mientras, Alfonso huyó a Álava, con Mauregato intentando cumplir lo pactado, pues tras ser entregadas las doncellas fueron liberadas por cristianos, aunque posteriormente, en años sucesivos, se cumplió el pago. Entre las medidas preventivas estuvo la de encerrar en el monasterio de Santianes de Pravia a Adosinda, su hermanastra, para controlar la influencia que ella pudiese ejercer sobre la corte. 

Durante su reinado Mauregato sufrió posteriormente los vaivenes provocados por la polémica sobre el adopcionismo (mucho más importante que el supuesto tributo de las cien doncellas), herejía de la iglesia mozárabe hispana bajo la inspiración de Elipando de Toledo y Félix de Urgel, respondida por el Beato de Liébana y su discípulo Eterio, obispo de Osma. De este modo, se independiza la iglesia asturiana de la carolingia y la mozárabe. A su muerte, fue sepultado en la Iglesia de San Juan de Pravia. 

Mauregato murió hacia el año 788 (casi al tiempo que Abderramán I), no gobernando más que un lustro. Tirso de Avilés, en su obra Casas solariegas, armas y blasones del Principado, dice que en el sepulcro del rey Mauregato se hallaba grabada la siguiente inscripción: HIC IACET IN PRAVIA, QUI PRAVUS FUIT. (Aquí yace en Pravia, el que fue depravado)