Rey de León (966-984). Hijo y sucesor de Sancho I. subió al trono a la edad de 5 años. Su tutela y la regencia fueron asumidas por dos monjas, su tía Elvira Ramírez, hija de Ramiro II, y su madre Teresa Ansurez, que tomó los hábitos a la muerte de su esposo. La primera fue la auténtica Reina durante la minoría de edad del Rey. Ratificó el tratado de paz con Al-Hakam II e hizo frente a una invasión Normanda en las costas de Galicia. La subida al poder en Córdoba de Hixem II, de tan sólo 11 años, dió paso a una de las etapas más oscuras del Reino de León. El Califa se vió dominado por su visir Ibn Abi Amir y que con el tiempo sería conocido y temido en todos los Reinos cristianos por el nombre de Almanzor. Este llevó al Califato a su máximo poder y esplendor y construyó un formidable ejército con el que se dedicó a asolar las tierras del Norte. Venció a los ejércitos leoneses en todas las batallas en las que se enfrentaron. Ramiro III, ya mayor de edad y casado con Sancha, de la que no tuvo descendencia, intentó restaurar una especie de monarquía absolutista, lo que unido a las continuas derrotas frente a los moros hizo que los nobles se sublevaran y eligieran Rey al hijo bastardo de Ordoño III, Bermudo II. Este solicita la ayuda de Almanzor, lo que inclina la balanza a su favor. Ramiro III moría en 985, dejando el campo libre a su rival para sucederle en el trono.